Qué ver en Faro en 2 días | Top 10 mejores cosas que ver en Faro en 2 días

Faro, ubicado en el sur de Portugal, es como una joya especial en el Algarve y queda a solo un paso de España. Con sus calles llenas de historia, playas de ensueño y una rica cultura, te invita a un viaje único.

Acompáñame en este blog mientras te guío a través de dos días inolvidables en esta encantadora ciudad. Desde las callejuelas con siglos de historias hasta la naturaleza virgen de las islas cercanas, cada momento en Faro promete ser excepcional.

La conexión directa entre España y Portugal a través de la península ibérica hace que este viaje sea fácil y sin complicaciones. No hay largas distancias que recorrer, solo una experiencia auténtica a tu alcance. Prepárate para disfrutar de la deliciosa gastronomía local y sorpréndete con las impresionantes vistas que Faro tiene para ofrecer.

Conoce los mejores lugares de Faro en 2 días

Día 1

Casco Antiguo

Este rincón histórico es una ventana al pasado de Portugal, lleno de secretos, arquitectura encantadora y una atmósfera única. Recorre las calles empedradas y déjate cautivar por la arquitectura tradicional que te rodea. Descubre tiendas, cafés acogedores y rincones llenos de historia en cada esquina.

Comienza explorando más de cerca la majestuosa Sé Catedral. Este imponente edificio, con su arquitectura gótica, te transportará a siglos pasados. No olvides subir a sus torres para disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad.

Pasea por las calles empedradas hasta llegar al icónico Arco da Vila. Esta puerta triunfal, construida en el siglo XIX, da la bienvenida al corazón del Casco Antiguo y ofrece una vista impresionante de la ciudad.

Iglesia do Carmo y la Capela dos Ossos

La Igreja do Carmo es como la realeza de las iglesias. ¿Por qué? Porque su estilo barroco es como una obra de arte. Te da la bienvenida con una fachada impresionante, pero es al entrar que realmente te asombras. Verás altos techos decorados, altares impresionantes y sentirás esa atmósfera serena que te hace querer quedarte un ratito.

Justo al lado está la Capela dos Ossos, que es un poco rara pero súper única. Porque está decorada con huesos humanos. Puede sonar extraño, ¡pero tiene una historia fascinante! Las paredes y el techo están cubiertos de huesos, y hay inscripciones que te hacen pensar en la vida.

La capilla fue construida hace mucho tiempo por monjes franciscanos. Querían recordarnos sobre la vida y la muerte. Aunque pueda parecer sombría, la intención era recordar a los fieles la inevitabilidad de la muerte y la importancia de vivir una vida plena y consciente.

Jardín Manuel Bívar

Este encantador jardín público es más que solo un espacio verde; es un refugio sereno que merece la pena descubrir. Uno de los atractivos de este jardín es su ubicación estratégica junto al río Formosa. Podrás disfrutar de vistas impresionantes mientras te relajas y respiras aire fresco.

El Jardim Manuel Bívar no solo es un lugar de belleza natural con exuberante vegetación; también es escenario de eventos culturales. Desde conciertos al aire libre hasta exposiciones de arte, este jardín cobra vida con actividades que enriquecen la experiencia de quienes lo visitan.

Mercado Municipal

Si eres de los que no le entusiasma mucho la idea de comer en el mercado o crees que un mercado es solo un lugar abarrotado que quizás no necesitas visitar, piénsalo dos veces antes de pasar por alto el Mercado Municipal de Faro.

Entre sus pasillos aparentemente caóticos, descubrirás un universo insospechado de sabores que harán disfrutar a tu paladar y colores que te alegrarán y te permitirán conocer la riqueza del Algarve. Imagina la frescura de frutas y verduras locales, la tentación de los puestos de pescado con sus capturas diarias y la tentadora fragancia de diversas especias que te transportarán a otra dimensión. Este mercado no es solo un lugar de compras; es un viaje sensorial que despierta los sentidos, un banquete visual y culinario que podría cambiar tu perspectiva sobre lo que un mercado puede ofrecer.

Paseo por la Ciudad Vieja

Cuando el sol se retira, la Ciudad Vieja de Faro cobra vida con un encanto especial. Las estrechas calles empedradas se iluminan con destellos de faroles antiguos, creando una atmósfera romántica que invita a un paseo nocturno inolvidable. Las fachadas históricas de los edificios revelan detalles arquitectónicos bajo la luz suave, mientras que los cafés y restaurantes emiten una cálida bienvenida con las risas de los visitantes y música suave de fondo.

Día 2

La Isla de Faro

En tu segundo día, te invitamos a explorar la Isla de Faro, un auténtico paraíso a tan solo un paso de la ciudad. Las playas de arena blanca, acariciadas por aguas cristalinas, y el imponente Faro de la Barra, vigilante emblemático del horizonte atlántico, son destinos imprescindibles. Maravíllate con la arquitectura tradicional del núcleo urbano, explora el Mercado dos Lavradores para degustar sabores auténticos y relájate en la tranquila atmósfera costera. La Isla de Faro promete una experiencia inolvidable que enriquecerá tu viaje con momentos de pura serenidad.

Reserva Natural de Ria Formosa

La Reserva Natural de Ria Formosa es un santuario comprometido con la biodiversidad, un tesoro natural que abraza la costa del Algarve.

En un hábitat excepcional alberga una rica diversidad de aves acuáticas, peces y plantas que prosperan en sus humedales y ecosistemas acuáticos. Explora sus senderos y observa flamencos rosados, garzas y otras especies que encuentran refugio en este paraíso natural.

Las islas de arena que pueblan la reserva, como Ilha de Faro y Ilha Deserta, ofrecen playas vírgenes y paisajes costeros inmaculados. Sumérgete en aguas cristalinas, camina por dunas doradas y siente la conexión con la naturaleza en su estado más puro. También puedes embarcarte en un paseo en barco para explorar los canales serpenteantes de la reserva y tener encuentros cercanos con delfines, pulpos y otras criaturas marinas.

La Marina de Faro

Si te gusta ver barcos, en la Marina de Faro verás muchos: algunos antiguos y tradicionales, otros modernos y lujosos. Puedes dar un paseo por el paseo marítimo, que es como una carretera frente al mar, y disfrutar de las vistas increíbles y de los lugares donde puedes sentarte a relajarte.

La arquitectura aquí es colorida y cuenta historias de la vida en el mar. Hay casitas y tiendas con un toque marinero. ¡Ah, y la comida! Si te gusta el pescado y la comida fresca del mar, estás en el lugar correcto. Puedes probar delicias locales en los restaurantes que rodean la Marina.

Además, en ocasiones hay eventos divertidos, como regatas o festivales de música, que le dan un toque de fiesta. La gente es amigable y hay una brisa fresca que hace que todo sea aún más agradable. Así que, si deseas despedirte de la mejor manera de esta aventura, la Marina de Faro es el sitio perfecto. ¡Solo ven y disfruta hasta el último momento del ambiente relajado y acogedor!